Coronavirus y embarazo: actualización

Las mujeres embarazadas generalmente contractan una forma benigna del COVID-19, el riesgo de complicaciones es mínimo si se cumplen las medidas de prevención, la vacunación es segura y el virus no tiene incidencia en el resultado del embarazo ni en los programas de FIV, incluido el don de óvulos.

A la luz de la nueva información procedente de China sobre los brotes de COVID, surge una cuestión importante: ¿cómo afecta este virus al embarazo y a la salud de las futuras madres? El coronavirus afecta el sistema hematopoyético y tiene un efecto sistémico en el organismo humano. Las consecuencias de la infección continúan siendo estudiadas y los conocimientos sobre sus diferentes manifestaciones se acumulan progresivamente. Por lo tanto, no sorprende que las mujeres embarazadas sigan siendo centro de atención de los especialistas.

La vida continúa a pesar de las circunstancias externas. Muchas mujeres esperan mucho tiempo antes de quedar embarazadas o simplemente están considerando hacerlo, por lo que es extremadamente importante apoyar a las futuras madres. Este proceso puede involucrar tanto la concepción natural como el uso de métodos modernos de medicina reproductiva, incluidos los programas de FIV y el don de óvulos. Si durante el embarazo se presenta una infección por COVID-19, lo esencial es mantenerse tranquila y actuar de manera racional.

Riesgos y recomendaciones de los expertos europeos

Según las recomendaciones europeas, los factores de riesgo de formas graves de COVID en las mujeres embarazadas no difieren de los de la población en general. Incluyen:

• pertenencia a la raza asiática, mongoloide o afroamericana ;
• mayor de 35 años ;
• presencia de enfermedades concomitantes (diabetes, hipertensión, obesidad) ;
• trabajo o estilo de vida que aumente el riesgo de infección (sector médico, actividad educativa, vida en un hogar, etc.).

Más de dos tercios de las mujeres embarazadas (según diferentes fuentes, entre 74 y 86 %) son asintomáticas. Entre las que presentan síntomas, la enfermedad suele desarrollarse en forma leve o moderada. Las manifestaciones más frecuentes del COVID en mujeres embarazadas son las siguientes:

• tos (41 %) ;
• fiebre (40 %) ;
• dificultad para respirar (21 %) ;
• mialgia (19 %) ;
• dolor de garganta (16 %) ;

Sin embargo, las mujeres embarazadas son menos propensas a presentar fiebre y dolores musculares que las mujeres no embarazadas de la misma edad. Los ingresos hospitalarios más frecuentes en embarazadas están relacionados con un umbral de ingreso más bajo y una mayor atención por parte de los médicos, más que con una forma más grave de la enfermedad.

Impacto del COVID en el embarazo y el niño

Se ha comprobado que la única consecuencia negativa del COVID durante el embarazo es un aumento en el riesgo de parto prematuro en el tercer trimestre en casos de formas graves de la enfermedad. Sin embargo, incluso en estos casos, esto solo afecta al 17 % de las mujeres con forma grave de la enfermedad. En ausencia de síntomas, el riesgo de parto prematuro no se incrementa.

De acuerdo con los resultados de observaciones que abarcan a más de 100 millones de mujeres que dieron a luz tras contraer COVID, no se observó un aumento en la frecuencia de anomalías congénitas en los recién nacidos en comparación con la población general.

Vacunación y protección de la madre y el niño

Las mujeres embarazadas pueden vacunarse contra el COVID. Aunque no se ha realizado un estudio específico en este grupo, no están excluidas de la población general. La vacunación es especialmente importante en caso de alto riesgo de formas graves de la enfermedad, y la comunidad médica reconoce su eficacia y seguridad.

La transmisión del virus de la madre al niño es extremadamente rara. No depende del modo de parto y no requiere renunciar a los primeros contactos piel a piel, a la convivencia de la madre y el niño o a la lactancia materna. La leche materna no es una fuente de infección. Sin embargo, la madre debe seguir estrictamente las reglas de higiene: usar mascarilla durante la lactancia, lavarse las manos, cuidar la limpieza de su entorno. Está prohibido poner una mascarilla en un recién nacido, ya que esto puede poner en peligro su vida.

Tratamiento del COVID durante el embarazo

El tratamiento es sintomático. Una persona es más contagiosa durante los primeros 7 a 14 días de la enfermedad. Después de 5 a 7 días desde la desaparición de los síntomas, se puede terminar el autoaislamiento. La prueba PCR puede seguir siendo positiva hasta 90 días, pero eso no significa que la contagiosidad persista. Durante todo este período, es importante usar mascarilla.

Se recomienda a las mujeres embarazadas que se encuentren en condiciones favorables: temperatura ambiente de 18 a 21 °C, humedad del 50 al 70 %, ventilación regular. La actividad física está permitida según el estado de salud. En caso de disminuir la saturación de oxígeno por debajo del 94 %, dificultad para respirar (más de 21 respiraciones por minuto) o pulso superior a 110 latidos por minuto, es necesario consultar a un médico de inmediato.

Como el embarazo está asociado a una hipercoagulabilidad fisiológica, el médico debe controlar los parámetros de coagulación sanguínea. En algunos casos, se prescriben anticoagulantes durante al menos 10 días después de la recuperación. Dos semanas después de la enfermedad, se recomienda una ecografía fetal no programada.

Las mujeres embarazadas con síntomas de COVID son hospitalizadas en una maternidad donde reciben los exámenes necesarios y vigilancia del estado del feto.

COVID y programas de FIV

La medicina reproductiva moderna estudia activamente la influencia del COVID en los resultados de los programas de fertilización in vitro (FIV). Incluso en períodos de pandemia, el uso de técnicas de reproducción asistida para acceder a la maternidad sigue siendo accesible y seguro, siempre que se respeten los protocolos médicos.

Las investigaciones muestran que el COVID no tiene un efecto negativo directo en la calidad de los embriones y los resultados de los programas de FIV en condiciones controladas. Al mismo tiempo, se recomienda a las pacientes que hayan contraído la enfermedad consultar a un ginecólogo genetista y someterse a exámenes complementarios para garantizar la seguridad del procedimiento.

Para las mujeres con reserva ovárica reducida u otras indicaciones médicas, el programa de donación de óvulos sigue siendo un método eficaz para lograr un embarazo. El COVID no modifica las indicaciones principales de este procedimiento, pero se presta atención especial al estado de salud de la futura madre y al cumplimiento de las medidas preventivas.

En los casos en que sea necesario usar tanto óvulos como esperma de donantes, el COVID tampoco afecta la eficacia del programa. Los donantes se someten a exámenes exhaustivos, incluyendo controles de enfermedades infecciosas, lo que garantiza la seguridad y fiabilidad del tratamiento. Así, incluso en tiempos de pandemia, las parejas pueden confiar y encaminarse con seguridad hacia la parentalidad mediante las técnicas de FIV con donación de óvulos y los programas de donación doble.

Consecuencias y observaciones a largo plazo

No se ha establecido un vínculo directo entre la gravedad de la enfermedad y sus consecuencias a largo plazo. La investigación sobre el síndrome post-COVID («COVID largo») continúa. Incluso en casos de infección leve, se recomienda realizar un ECG, un examen de los vasos sanguíneos y los riñones, una ecografía Doppler, análisis de sangre y análisis de orina.

Solo se ha observado una forma grave de COVID en el 17 % de las mujeres embarazadas con síntomas. Esto confirma una vez más que no se deben posponer un embarazo o un proyecto de maternidad por la pandemia. Es importante mantener un enfoque racional, monitorear la salud y buscar apoyo en el entorno y con especialistas.

Conclusión

El embarazo es un camino hacia una nueva vida. Incluso en tiempos de pandemia, sigue siendo posible, brillante y lleno de esperanza. ¡Les deseamos a todas las futuras mamás salud, confianza y alegría!

En nuestro blog, también abordamos el tema « Vacuna contra el COVID-19 y fertilidad: desmitificando los mitos (2025) », donde analizamos en detalle las ideas preconcebidas más comunes y presentamos datos científicos.