Vacuna COVID-19 y fertilidad: desmitificando los mitos (2025)

Preocupaciones comunes

Los informes sobre los supuestos efectos negativos de las vacunas COVID-19 en la fertilidad continúan circulando en las redes sociales occidentales, incluidas las afirmaciones sobre la reducción de la fertilidad y complicaciones en el embarazo. Estas afirmaciones aparecen en publicaciones en Twitter, Facebook y Reddit, y también se han difundido a través de videos en YouTube. Para responder a estas afirmaciones, numerosos estudios realizados entre 2020 y 2024 no han encontrado ningún vínculo entre las vacunaciones y los problemas de salud reproductiva.

Funcionamiento de las vacunas COVID-19

Las vacunas COVID-19 creadas por Pfizer, Moderna y otras empresas de biotecnología están basadas en ARN mensajero (ARNm). Esta tecnología permite que las células musculares del cuerpo produzcan la proteína S (spike) específica del virus SARS-CoV-2, que es el agente causal del COVID-19. En respuesta, el sistema inmunológico humano comienza a producir activamente anticuerpos contra esta proteína, asegurando así una protección contra la infección.

Desmitificando el efecto de la vacuna en la placenta

Un mito común es la afirmación de que la proteína S del coronavirus es similar a la glicoproteína sincitina-1, que desempeña un papel clave en la adhesión de la placenta a la pared uterina en las mujeres. Esto genera temores de que los anticuerpos producidos en respuesta a la vacunación ataquen la sincitina-1, interfiriendo así en el proceso de implantación. Sin embargo, estas especulaciones no están respaldadas por pruebas científicas.

Los estudios publicados en Nature Communications, JAMA y The Lancet en 2023 y 2024 muestran que las mujeres y los hombres vacunados no experimentan una disminución de la fertilidad en comparación con las mujeres y los hombres no vacunados.

El profesor de virología Ian Jones, de la Universidad de Reading (Reino Unido), explica que efectivamente existe una ligera similitud estructural entre la proteína S del SRAS-CoV-2 y la sincitina-1. Sin embargo, esta similitud es tan baja que la probabilidad de efectos cruzados indeseables es extremadamente baja. Además, nuevas investigaciones realizadas por la Universidad de Oxford en 2024 han demostrado que los anticuerpos tras la vacunación contra COVID-19 no afectan los procesos de implantación del embrión.

La opinión de los expertos

Mary Jane Minkin, obstetra-ginecóloga y profesora clínica de obstetricia y ginecología en la Yale School of Medicine (Estados Unidos), también subraya que el sistema inmunológico humano no puede confundir la proteína S del coronavirus con la sincitina-1. Ella explica: «Sí, comparten una ligera similitud estructural, pero solo en una pequeña parte de la molécula. No es suficiente para provocar una reacción inmunitaria indeseable contra la proteína placentaria».

Además, un estudio publicado en el British Medical Journal en 2024 mostró que la tasa de embarazos exitosos en mujeres vacunadas no difería de la de mujeres no vacunadas. Los expertos subrayan que la difusión de información errónea puede reducir la confianza en la vacunación, poniendo así en peligro la salud pública.

En resumen, las afirmaciones de un vínculo entre la vacunación contra COVID-19 y los problemas de fertilidad no se basan en ninguna evidencia científica. Dos destacados expertos, como el profesor de virología Ian Jones (Universidad de Reading) y la profesora clínica de obstetricia y ginecología Mary Jane Minkin (escuela de medicina de Yale), coinciden en que las vacunas son seguras y no afectan la capacidad de concebir un hijo.