La esterilidad tras un aborto

La interrupción del embarazo (IVE) puede llevarse a cabo a petición de la mujer o por razones médicas, como un embarazo no deseado o graves anomalías fetales incompatibles con la vida. La infertilidad es una de las consecuencias más graves a las que se enfrentan las mujeres después de un aborto.

La magnitud del daño causado a la salud reproductiva depende directamente del método de aborto. Sin embargo, siguiendo los consejos de un médico, es posible reducir considerablemente el riesgo de esterilidad.

Impacto del aborto en la salud reproductiva

El aborto es un estrés importante para el organismo femenino. El sistema reproductor está reconstruyéndose para el crecimiento y desarrollo del feto, y la interrupción brusca de este proceso puede provocar perturbaciones hormonales y fisiológicas.

La frecuencia de la infertilidad después de un aborto depende del método de aborto. Según estudios, el riesgo de esterilidad es de alrededor del 10 % después de un aborto médico en clínicas certificadas y puede superar el 40 % con métodos ilegales o artesanales. Los procedimientos no certificados presentan el mayor riesgo, a menudo acompañados de lesiones e infecciones.

Los métodos de aborto y sus consecuencias

Aborto farmacológico

El aborto farmacológico (mifepristona) se realiza hasta las 6 semanas de gestación. La mujer toma los medicamentos según la dosis prescrita por el médico, lo que provoca un aborto espontáneo.

Este método se considera el menos traumático, ya que no requiere intervención quirúrgica. Sin embargo, no siempre es seguro. Las complicaciones posibles son hemorragias abundantes, dolor o una expulsión incompleta de los tejidos fetales, lo que puede provocar inflamación.

Aspiración por vacío

La aspiración o mini-aborto se lleva a cabo hasta la séptima semana de gestación. La intervención consiste en extraer el embrión con un dispositivo que crea presión negativa. Se realiza bajo anestesia local o general.

A pesar del nivel relativamente bajo de trauma, son posibles complicaciones: una extracción incompleta de los tejidos puede provocar inflamación, adherencias en las trompas de Falopio y una cicatrización de la pared uterina que puede llevar a la infertilidad.

Aborto quirúrgico

El aborto quirúrgico (por curetaje) se realiza bajo anestesia general. Se utilizan instrumentos especiales para retirar el óvulo fetal así como una capa de mucosa uterina.

Este método minimiza el riesgo de presencia de restos de tejidos embrionarios, pero está asociado a graves complicaciones:

• Adherencias en las trompas de Falopio, que pueden provocar su obstrucción.
• Cicatrización de la pared uterina, aumentando el riesgo de embarazo ectópico.
• Lesiones del cuello uterino, que pueden llevar a la infertilidad.

¿Cuál es el riesgo de esterilidad después de un primer aborto?

El riesgo de esterilidad después de un primer aborto varía según la forma en que se lleve a cabo. Los procedimientos médicos realizados en clínicas presentan un riesgo de complicaciones mucho más bajo. Las métodos artesanales tradicionales, en cambio, aumentan la probabilidad de infecciones, traumatismos uterinos y otras complicaciones que pueden provocar cambios irreversibles en el sistema reproductor.

El aborto no se recomienda para las siguientes categorías de mujeres:

• Cuando el tiempo de gestación es superior a 20 semanas.
• En ausencia de antecedentes de parto.
• En presencia de enfermedades oncológicas del útero.
• Mujeres con antecedentes de cesárea.

Recomendaciones para reducir el riesgo de complicaciones

El cumplimiento de las siguientes recomendaciones permite evitar complicaciones y reducir el riesgo de infertilidad. Estudios de la OMS muestran que un seguimiento médico regular después de un aborto puede reducir en un 30 % la probabilidad de complicaciones.

1. Consulte a un ginecólogo de 10 a 14 días después del aborto. El médico evaluará el estado del útero, prescribirá exámenes y una ecografía.
2. Contacte a un médico ante los primeros signos alarmantes.
3. Evite esfuerzos físicos importantes durante los quince días siguientes a la intervención.
4. Evitar la hipotermia.
5. Abstenerse de consumir alcohol durante una semana.
6. Observar un reposo sexual durante 2 a 3 semanas.
7. Utilizar los métodos anticonceptivos recomendados por el médico.

Tratamiento de la infertilidad después de un aborto

La infertilidad desarrollada después de un aborto puede a menudo tratarse sobre la base del diagnóstico.

• Los trastornos hormonales se eliminan con medicamentos.
• Los procesos inflamatorios se tratan con medicamentos antiinflamatorios y fisioterapia.
• La obstrucción de las trompas uterinas y las cicatrices en la pared uterina requieren intervención quirúrgica (laparoscopía).

Si los métodos mencionados anteriormente fallan, el médico especialista en reproducción puede proponer técnicas de procreación asistida como la fertilización in vitro (FIV).

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