La historia de Julia y Antonio

En esta ocasión me gustaría contaros un caso que tuve recientemente.

Son Julia y Antonio, un matrimonio de 39 y 41 años. Se presentaron en nuestra clínica reportando deseo de tener hijos desde hacía más de 5 años. Me explicaron que Julia había sufrido 4 abortos consecutivos durante el primer trimestre de gestación y que había necesitado ayuda psicológica porque los dos últimos, que fueron hace 8 semanas, habían requerido legrado uterino y por tanto habían sido más traumáticos.

Le pedí a la pareja una serie de pruebas.

Le receté pruebas de trombofilia específicas a Julia para determinar si tenía un trastorno hemorrágico. También realizamos una histeroscopia diagnóstica para evaluar su cavidad uterina y cultivos vaginales y endocervicales, para micoplasma, ureaplasma y clamidia.

Todos los hallazgos fueron normales excepto la deficiencia de proteína S.

Por otro lado le pedí a Antonio un espermiograma con FISH que fue completamente normal.

Le expliqué a Julia que la deficiencia de proteína S puede tener consecuencias médicas que pueden aumentar el riesgo de coagulación sanguínea excesiva e incluso el riesgo de trombosis. El riesgo de aborto espontáneo o fallo de implantación es mayor en estos casos. Por tanto, en el caso de un nuevo embarazo, la mejor opción sería tratar con heparina durante el embarazo.

Por otro lado les expliqué que debido a la edad de Julia también existe un mayor riesgo de aborto por las alteraciones cromosómicas asociadas, de hecho les dije que esta es la primera causa de aborto durante el primer trimestre. Por este motivo, una buena opción para ellas sería realizar un tratamiento de FIV con PGD, es decir, realizar una biopsia de los embriones para seleccionar aquellos que sean cromosómicamente normales antes de transferirlos. Esto me pareció justificado porque Julia no quería sufrir otro aborto espontáneo o, al menos, quería reducir el riesgo de aborto espontáneo debido a sus traumáticas experiencias pasadas.

Julia tenía una reserva ovárica normal a pesar de su edad, ya que tenía una AMH de 1,6 y una reserva ovárica de 5+7.

Como parte de la FIV, se estimuló a Julia para que produjera óvulos maduros. Se recogieron un total de 13 óvulos, de los cuales 11 estaban maduros y pudieron ser inseminados con la muestra de esperma de Antonio. Ocho fueron fecundados y cuatro alcanzaron el estadio de blastocisto (quinto día de cultivo). A los 4 embriones obtenidos se les realizó una biopsia y dos semanas después tuvimos el resultado: 1 euploide (es decir, cromosómicamente normal) y los demás eran anormales.

En el siguiente periodo le transferimos el blastocisto euploide a Julia en ciclo natural con heparina desde el día que empezó a tomar progesterona por vía vaginal. El resultado fue todo un éxito ya que 10 días después la B-HCG fue positiva y hoy tiene 24 semanas de embarazo.

¡Felicidades pareja!

Dra. Claudia Forteza