Infertilidad masculina

La infertilidad masculina es un trastorno de la función reproductiva masculina que impide la concepción durante un año de vida sexual regular sin anticoncepción. Este trastorno puede ser causado por numerosos factores, que van desde trastornos hormonales y genéticos hasta enfermedades inflamatorias y particularidades anatómicas. La detección temprana de las causas de la infertilidad y un tratamiento adecuado aumentan considerablemente las posibilidades de concepción.

Causas y mecanismo de desarrollo

Las causas de la infertilidad masculina pueden ser diversas. Entre ellas, se pueden mencionar la disminución del número de espermatozoides, el deterioro de su movilidad o anomalías morfológicas, así como la varicocele, que es una importante dilatación varicosa de las venas del cordón espermático, lo que provoca un aumento de la temperatura local y afecta la calidad del semen. Un desequilibrio hormonal, especialmente una deficiencia de testosterona, puede alterar los procesos de espermatogénesis. Además, la infertilidad puede ser causada por afecciones graves como la azoospermia (ausencia total de espermatozoides) o la oligospermia (número extremadamente bajo de espermatozoides), relacionadas con una alteración de la producción de semen o su eyaculación.

Algunos hombres se enfrentan a anomalías genéticas congénitas, como microdeleciones del cromosoma Y o el síndrome de Klinefelter. Los trastornos de la eyaculación, incluyendo la forma retrógrada o la obstrucción de las vías espermáticas, también pueden impedir que los espermatozoides lleguen al eyaculado. Los procesos inflamatorios crónicos, como la prostatitis o la epididimitis, que alteran el funcionamiento de los órganos y deterioran la calidad del semen, constituyen otra causa frecuente de infertilidad.

Cómo se manifiesta la infertilidad en los hombres

Con mayor frecuencia, la infertilidad masculina no provoca sensaciones subjetivas, y el hombre puede ni siquiera sospechar el problema. Sin embargo, en algunos casos, aparecen signos indirectos: disminución de la libido, eyaculación difícil o dolorosa, modificación de la consistencia o del volumen del semen, dolor en la región del escroto. A veces, se observan trastornos de la erección. La ausencia de embarazo en la pareja a pesar de una vida sexual regular durante un año es una razón para consultar a un andrólogo y realizar exámenes diagnósticos.

Diagnóstico de la infertilidad masculina

El examen comienza con un espermograma, un análisis que permite evaluar los principales parámetros del semen: volumen, concentración, movilidad y morfología de los espermatozoides. También se realiza un análisis del perfil hormonal: niveles de testosterona, FSH, LH, prolactina y otros reguladores. Una ecografía del escroto permite detectar patologías como la varicocele o quistes. Si es necesario, se realizan pruebas genéticas para buscar anomalías hereditarias, análisis para detectar infecciones y, en caso de azoospermia, se puede prescribir una biopsia testicular para evaluar la espermatogénesis.

Enfoques terapéuticos

La elección del tratamiento depende de la causa de la infertilidad. En caso de trastornos hormonales e inflamaciones, se utilizan tratamientos farmacológicos: antibióticos, hormonoterapia y vitaminas. La varicocele y otras anomalías anatómicas requieren una corrección quirúrgica. Si la recuperación de la fertilidad natural es imposible, las técnicas de reproducción asistida vienen al rescate: FIV con semen de donante, en caso de trastornos graves o riesgos genéticos comprobados.

La infertilidad masculina no es un destino fatal. Gracias a los avances de la andrología moderna y la medicina reproductiva, la mayoría de los problemas pueden resolverse. En la clínica de medicina reproductiva NatuVitro, los pacientes se benefician de un enfoque integral del diagnóstico y una estrategia de tratamiento personalizada. Los especialistas del centro lo acompañan en todas las etapas, desde el primer examen hasta la implementación de los programas de PMA. Lo esencial es no tardar en consultar a profesionales y comenzar a tiempo su camino hacia la paternidad bajo la supervisión de un equipo experimentado.