Síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO)

Antes de comprometerse con un programa de FIV, muchas parejas se preocupan por los riesgos involucrados, en particular el riesgo de síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO), una afección que puede ocurrir en respuesta a la utilización de gonadotropinas y que requiere una vigilancia especial. El SHO se desarrolla cuando el organismo de una mujer reacciona a la utilización de gonadotropinas durante una superovulación mal controlada.

Síntomas del síndrome de hiperestimulación ovárica

El SHO severo a moderado se desarrolla en el 1 al 5 % de los ciclos de FIV y constituye una de las consecuencias graves de la estimulación controlada, ya que puede provocar complicaciones peligrosas, incluida la acumulación de líquido en el organismo, disfunción de varios órganos y la necesidad de hospitalización. En teoría, cualquier mujer puede desarrollar este síndrome, pero un estudio realizado en 2010 identificó un grupo de riesgo.

El grupo de riesgo incluye a mujeres jóvenes que sufren de infertilidad tubárica o trastornos de la ovulación, así como aquellas a las que se les ha diagnosticado "infertilidad de origen desconocido". Estos factores aumentan el riesgo de SHO ya que están asociados con una respuesta ovárica más importante a la estimulación, lo que se traduce en un número excesivo de folículos y un aumento de los niveles hormonales. El riesgo de SHO puede evaluarse mediante marcadores de la reserva ovárica, niveles altos de estradiol, un alto número de folículos en desarrollo durante la estimulación y un alto número de ovocitos extraídos por punción folicular.

Principales síntomas del SHO

Los principales síntomas del síndrome de hiperestimulación ovárica son los siguientes

• Distensión abdominal;
• Aumento del tamaño de los ovarios;
• Sequedad en la boca;
• Trastornos de las heces;
• Dolores abdominales;
• Náuseas, vómitos;
• Hinchazón del abdomen, de los órganos genitales externos, de las extremidades inferiores;
• Acumulación de líquido en la cavidad abdominal, detectable por ultrasonido;
• Disnea, tos seca;
• Disminución de la cantidad de orina excretada que puede llegar hasta la ausencia total de orina.

Diagnóstico y tratamiento del síndrome de hiperestimulación ovárica durante el tratamiento de FIV

En caso de sospecha de SHO, se prescriben una serie de análisis y estudios: análisis de sangre generales y bioquímicos, análisis de coagulación, análisis de orina general, búsqueda de hormonas, estado ácido-base y gases de sangre arterial, osmolaridad sérica, hematocrito. Examen ecográfico de los órganos pélvicos, de la cavidad abdominal, de las cavidades pleurales, ECG, ecocardiografía, doppler-metría de los vasos ováricos y, si es necesario, radiografía del tórax.

El SHO no ofrece un tratamiento específico, y la terapia tiene como objetivo aliviar los síntomas y mantener un estado estable en la paciente. El tratamiento consiste en reponer el déficit hídrico, controlar el equilibrio electrolítico, asegurar una ventilación adecuada y prevenir la trombosis. En el caso de un síndrome moderado a severo, las recomendaciones médicas están destinadas a prevenir la disfunción de varios órganos de la paciente y minimizar las complicaciones. Un aspecto importante es la vigilancia y el control constante del estado de la paciente.

Prevención del síndrome de hiperestimulación ovárica en la clínica NatuVitro

La clínica NatuVitro utiliza métodos suaves y efectivos con estimulación controlada en sus programas de FIV para tratar la infertilidad. Sus médicos, expertos en el campo de la reproducción, seleccionan individualmente los medicamentos y monitorean cuidadosamente la reacción del organismo de la mujer a los medicamentos utilizados, lo que contribuye a minimizar el riesgo de desarrollar un síndrome de hiperestimulación ovárica.

Entre las medidas preventivas se incluyen el uso de bajas dosis de gonadotropinas, el control regular de los niveles hormonales y el uso de antagonistas de la GnRH (Hormona Liberadora de Gonadotropinas) para la inducción, con el fin de evitar una respuesta excesiva. Este enfoque garantiza la seguridad y la eficacia del tratamiento, ayudando a las parejas a lograr el embarazo tan esperado con un mínimo de riesgos para la salud.

Conclusión

El síndrome de hiperestimulación ovárica es una de las posibles complicaciones de un programa de FIV que requiere atención especial y seguimiento constante. Gracias a una prevención y gestión de riesgos apropiadas, el SHO puede ser minimizado, lo que permite a las pacientes seguir el proceso de estimulación de manera segura y obtener el embarazo deseado. En NatuVitro, los especialistas hacen todo lo posible para garantizar un tratamiento seguro y efectivo, ayudando así a las parejas a realizar su sueño de convertirse en padres.

Para obtener más información sobre nuestros servicios de fecundación in vitro, consulte la sección dedicada a los tratamientos.