Los métodos modernos de medicina reproductiva, como la inseminación artificial, incluida la fertilización in vitro (FIV), han aumentado considerablemente las posibilidades de éxito de un embarazo, especialmente para las parejas que enfrentan dificultades para concebir. Sin embargo, durante la FIV, existe la posibilidad de embarazos múltiples, lo que, a su vez, puede conllevar un riesgo de desarrollar un síndrome transfusional feto-fetal.
 

Fertilización in vitro (FIV) y FFTS

La fertilización in vitro (FIV) es uno de los métodos de fertilización artificial más comunes, en el que se crean embriones fuera del cuerpo y luego se implantan en el útero. En caso de la implantación de varios embriones, la probabilidad de embarazos múltiples, incluidos los gemelos monocoriónicos, aumenta, lo que constituye la principal condición para el desarrollo del FFTS.
Los riesgos asociados con la FIV incluyen la posibilidad de compartir vasos placentarios entre los fetos, lo que puede provocar una distribución desigual del flujo sanguíneo entre los fetos. Los médicos que trabajan con parejas que se someten a FIV deben ser conscientes de estos riesgos y estar preparados para monitorear el estado de los fetos para detectar complicaciones a tiempo.

Complicaciones durante la inseminación artificial y  FFTS

En caso de embarazos múltiples resultantes de una FIV o de una inseminación artificial, el riesgo de complicaciones aumenta. El síndrome de transfusión feto-fetal es una de las complicaciones más graves, ya que puede llevar a diversas patologías que amenazan la vida de ambos fetos.
El feto receptor puede desarrollar anomalías cardíacas, hipertensión y anasarca feto-placentaria, lo que complica considerablemente el embarazo. El feto donante, a su vez, puede desarrollar anemia, retraso en el crecimiento y otras afecciones graves asociadas con la falta de nutrientes y oxígeno.

Diagnóstico temprano del FFTS en FIV

El diagnóstico temprano del síndrome de transfusión feto-fetal es un factor clave para el éxito del tratamiento y la reducción de riesgos para los fetos. La ecografía y el Doppler son los principales métodos de diagnóstico que permiten detectar a tiempo las alteraciones en el flujo sanguíneo y en el volumen de líquido amniótico.
Se debe prestar especial atención al monitoreo del estado de los fetos en los casos en que ocurra un embarazo múltiple tras una FIV, ya que el riesgo de complicaciones, incluido el FFTS, aumenta considerablemente. Un diagnóstico temprano permite a los médicos tomar las medidas necesarias para mantener la salud de la madre y del feto.