La dieta que aumenta las probabilidades de éxito de una FIV

Gracias a la FIV (Fecundación In Vitro) muchas mujeres y parejas que tenían dificultades a la hora de concebir han podido formar su deseada familia.

La FIV ha supuesto un avance médico notable, pero existen varios factores que pueden llegar a influir notablemente en el éxito de un tratamiento. Uno de ellos es la dieta. Lo que comes antes y durante el proceso de FIV puede tener un impacto significativo en tus probabilidades de quedarte embarazada. En este artículo, exploramos la importancia de la dieta durante la FIV, qué alimentos incluir, qué evitar y cómo tomar las mejores decisiones nutricionales para respaldar tu viaje hacia la maternidad.

¿Por qué es importante la dieta durante una FIV?

La dieta juega un papel crucial en el éxito de la FIV por varias razones:

• Salud general: Una dieta bien equilibrada no sólo favorece tu fertilidad sino que también contribuye a tu salud general. Esto es esencial luego para un embarazo y un bebé sano.
• Control de peso: Lograr y mantener un peso saludable es muy importante para la fertilidad. Tanto el bajo peso como el sobrepeso pueden afectar negativamente a tus probabilidades de concepción.
• Regulación hormonal: Ciertos alimentos pueden ayudar a regular las hormonas que desempeñan un papel clave en el proceso de FIV, como el estrógeno y la progesterona.
• Calidad de los óvulos y los espermatozoides: los alimentos ricos en nutrientes pueden mejorar la calidad de los óvulos y los espermatozoides, lo cual es crucial para una fecundación exitosa.
• Salud uterina: una dieta saludable puede promover un entorno uterino favorable para la implantación del embrión.
• Reducir la inflamación: la inflamación crónica puede obstaculizar la fertilidad. Una dieta rica en alimentos antiinflamatorios puede ayudar a reducir la inflamación en el sistema reproductivo.

Pautas dietéticas antes de una FIV, 

Una nutrición equilibrada: 

• Alimentos: incluye una variedad de frutas, verduras, cereales integrales (arroz integral, quinua, avena), proteínas magras (pollo, pavo, tofu) y grasas saludables (aguacate, aceite de oliva, nueces).
• Suplementos: Considera un multivitamínico diario para llenar posibles lagunas de nutrientes.

Folato y ácido fólico:

• Alimentos: verduras de hojas verdes (espinacas, col rizada, col rizada), legumbres (lentejas, garbanzos), cereales fortificados y frutas cítricas.
• Suplementos: Toma una vitamina prenatal con ácido fólico adecuado (400-800 mcg).

Antioxidantes:

• Alimentos: Bayas (arándanos, fresas), nueces (almendras, nueces) y vegetales coloridos (pimientos, zanahorias, tomates).
• Suplementos: considera agregar suplementos de vitamina C y E si lo recomienda tu médico.

Ácidos grasos omega-3:

• Alimentos: Pescados grasos (salmón, caballa, sardinas), semillas de lino, semillas de chía y nueces.
• Suplementos: considera la posibilidad de consumir suplementos de omega-3 a base de aceite de pescado o algas.

Limita los alimentos procesados:

• Alimentos: Minimiza el consumo de snacks azucarados, carnes procesadas y bebidas azucaradas.
• Concéntrate en alimentos integrales y no procesados.

Mantente hidratada: 

• Bebidas: El agua debe ser tu bebida principal. Los tés de hierbas y las infusiones de agua son buenas opciones. 

Cafeína y alcohol:

• Limita la ingesta de cafeína a 200-300 mg por día (1-2 tazas de café).
• Evita o minimiza el consumo de alcohol. 

Dieta durante una FIV:

Folato y ácido fólico:

• Continúa consumiendo alimentos ricos en folato y toma tu vitamina prenatal según lo recomendado.

Proteína: 

• Incluye fuentes magras de proteínas como aves, carnes magras, pescado y opciones de origen vegetal como tofu y legumbres.

Hidratos de carbono complejos:

• Opta por cereales integrales como arroz integral, quinua, pasta integral y avena.

Hierro:

• Incorpora alimentos ricos en hierro como carne magra, aves, frijoles, lentejas, espinacas y cereales fortificados.

Hidratación:

• Mantén una hidratación adecuada con agua, infusiones y jugos de frutas frescas.

Suplementos:

• Sigue las indicaciones de médico con respecto a las vitaminas prenatales y cualquier suplemento adicional que recomiende. 

Evita restricciones dietéticas excesivas:

• Sigue una dieta equilibrada y evite dietas extremas o restricciones severas durante la FIV para reducir el estrés en su cuerpo. 

Consulta con un Nutricionista: 

• Para obtener orientación personalizada, considera consultar con un nutricionista especializado en fertilidad. Pueden ayudarte a crear un plan de alimentación personalizado que se alinee con las necesidades específicas de tu proceso de FIV y con tus objetivos de salud general. 

Conclusión: 

Si bien la dieta por sí sola no garantiza el éxito de un tratamiento de FIV, sí que puede contribuir significativamente a tu bienestar general, y a aumentar tus probabilidades de embarazo. 

Adoptar una dieta equilibrada y rica en nutrientes antes y durante el proceso de FIV es un paso positivo para hacer realidad tu sueño de formar o ampliar su familia. 

Recuerda que las necesidades dietéticas de cada persona pueden diferir, así que consulta con tu médico para crear un plan que se adapte mejor a tus circunstancias individuales. Nutrir tu cuerpo con los alimentos adecuados, es una medida proactiva que ayuda tu tratamiento de fertilidad.