Transferencia de embriones frescos o congelados en FIV

Una consulta común entre las parejas que se someten a FIV (Fecundación In Vitro) es la elección entre la transferencia de embriones frescos y la transferencia de embriones vitrificados (congelados a -196º). Ambos enfoques tienen sus ventajas e implicaciones que afectan significativamente a las tasas de éxito de su tratamiento. En este artículo explicamos cada método desde el punto de vista de la calidad de los embriones, las tasas de implantación y la efectividad general de estas opciones en los tratamientos de fertilidad.

Transferencia de embriones frescos: Como funciona el proceso

La transferencia de embriones frescos implica transferir un embrión al útero poco después de que los óvulos sean fecundados en el laboratorio. Este proceso suele ocurrir entre tres a cinco días después de la extracción de los óvulos. Una de las ventajas de la transferencia en fresco es la posibilidad de conseguir sincronizarla con el ciclo natural de la mujer, con lo que se consiquen las mejores tasas de implantación. Esa sincronía entre la disponibilidad del embrión y la ventana de transferencia es esencial, y por lo tanto, ha de ser cuidadosamente monitorizada por el médico y su equipo.

Obviamente, el éxito de las transferencias en fresco depende también de la calidad de los embriones en el momento de la transferencia. Hoy, un laboratorio de FIV equipado con un incubador time-lapse permite a los embriólogos poder seleccionar el embrión con mejor pronóstico, y por lo tanto mejora las posibilidades de éxito de un embarazo.

Sin embargo, factores tales como la hiper-estimulación ovárica pueden afectar el entorno uterino, lo que podría afectar a la probabilidad de éxito de una transferencia en fresco.

Transferencia de embriones congelados: beneficios y técnicas

Gracias a los avances en las técnicas de crioconservación, las transferencia de embriones congelados (FET) permiten conseguir unas altísimas tasas de éxito, similares o incluso superiores a las transferencias en fresco. Hay varios factores que lo explican

En FET, los embriones se congelan de forma rápida a -196 grados cuando se encuentran en su etapa óptima de desarrollo, y se guardan cuidadosamente para su uso futuro. Eso permite una enorme flexibilidad: Los embriones pueden permanecer disponibles  mientras la mujer puede planificar su tratamiento de acuerdo con sus necesidades personales y/o médicas.

La preservación de la fertilidad es un aspecto clave de la FET y es un método particularmente eficaz para las personas que se enfrentan a tratamientos como la quimioterapia que afectan a la fertilidad.

Además, la FET permite la realización de múltiples intentos a partir de un solo ciclo de extracción de óvulos, reduciéndose así la tensión física y emocional de someterse a múltiples ciclos.

Comparación de tasas de implantación y tasas de éxito

Los datos confirman que las tasas de implantación de las transferencias en fresco y las FET permiten conseguir excelentes tasas de éxito en función de cada caso concreto, por ejemplo cuando los niveles hormonales de la mujer no son ideales para una nueva transferencia o cuando se realizan pruebas genéticas previas a la implantación.

Hace años, las tasas de éxito en FET eran mucho más bajas, pero con el desarrollo de técnicas avanzadas de congelación de embriones, como la vitrificación, éstas has mejorado significativamente las tasas de supervivencia de los embriones descongelados. Estas técnicas garantizan que los embriones mantengan su calidad y viabilidad, incluso después de permanecer congelados durante períodos prolongados.

Elegir entre transferencias frescas y congeladas

La decisión entre la transferencia de embriones frescos y congelados debe tomarse en función de las circunstancias médicas individuales, la calidad del embrión y las preferencias personales. Los especialistas en fertilidad desempeñan un papel crucial a la hora de asesorar a las parejas sobre la mejor opción en cada caso, teniendo en cuenta factores como la edad de la mujer, la calidad y cantidad de embriones disponibles y la salud general de la pareja.

Conclusión

La elección entre la transferencia de embriones frescos y congelados en la FIV es una decisión compleja que depende de varios factores, incluidas las condiciones médicas, la calidad del embrión y las preferencias individuales. Con los avances en FIV, ambos métodos son perfectamente viables a la hora de lograr un embarazo.

En NatuVitro podemos analizar su caso y valorar los pros y los contras de cada método antes de tomar una decisión. Ya sea optando por la transferencia de embriones frescos por su inmediatez y sincronización con el ciclo natural o eligiendo la transferencia de embriones congelados que permite flexibilidad, con elevadas tasas de éxito en ambos casos.