La ecografía al inicio del embarazo

Objetivo e importancia de la ecografía temprana

La ecografía al inicio del embarazo es una herramienta diagnóstica importante que permite confirmar la concepción, localizar el feto y detectar rápidamente posibles anomalías. Generalmente se realiza antes de la 10ª semana de embarazo y proporciona información muy precisa, siendo completamente segura para el feto y la futura madre.

El examen se prescribe después de un test de embarazo positivo y en caso de retraso menstrual. Una ecografía de rutina generalmente se realiza entre la 10ª y la 12ª semana, pero en caso de riesgo de embarazo ectópico o en el marco de un programa de FIV, se recomienda un diagnóstico más temprano.

Lo que permite detectar una ecografía temprana

Una ecografía temprana proporciona al médico información esencial sobre el desarrollo del embarazo. Permite:

• confirmar el embarazo visualizando el saco gestacional;
• determinar la fecha exacta del embarazo en función del tamaño del embrión;
• determinar el lugar de implantación — en la cavidad uterina o fuera de ella (embarazo ectópico);
• determinar el número de embriones;
• evaluar la viabilidad del embrión en función del ritmo cardíaco y del crecimiento.

Indicaciones para una ecografía temprana

La ecografía es obligatoria para el registro del embarazo de una mujer. Se presta especial atención a las pacientes que sufren de enfermedades crónicas (diabetes mellitus, patologías cardiovasculares y neurológicas), así como a aquellas que tienen antecedentes de embarazos interrumpidos, abortos espontáneos o infertilidad.

En caso de emergencia, si hay dolor en la parte baja del abdomen o sangrado, se realiza una ecografía de inmediato para excluir cualquier complicación.

Posibilidades de examen por semana

A las 3-4 semanas, la ecografía se realiza muy raramente en un embarazo natural; la mayoría de las veces, se prescribe por razones vitales, por ejemplo, en caso de sospecha de embarazo ectópico o después de una FIV. En estos casos, es particularmente importante confirmar la nidación del óvulo.

A partir de 5-6 semanas, el médico puede visualizar uno o varios embriones y registrar los latidos cardíacos. A las 7-8 semanas, es posible excluir un embarazo detenido, detectar una hiperactividad uterina y signos de amenaza de aborto espontáneo. A las 9-10 semanas, es posible evaluar no solo al feto, sino también el estado de la placenta, del cordón umbilical, de las paredes y de la estructura del útero.

Ecografía en el ciclo natural y en caso de FIV

En los ciclos naturales, una ecografía temprana permite confirmar la progresión del embarazo y eliminar los riesgos en una etapa temprana. Sin embargo, en el tratamiento de la infertilidad mediante métodos de reproducción asistida, el diagnóstico ecográfico juega un papel clave.

Después de la transferencia del embrión en el marco de una FIV Fecundación in vitro, es necesario confirmar su implantación y excluir cualquier complicación relacionada con la estimulación hormonal. La ecografía permite determinar el número exacto de embriones, observar su desarrollo y detectar a tiempo una hiperestimulación, un grosor insuficiente del endometrio u otras anomalías.

En general, en una FIV, la ecografía se realiza de manera dinámica, a partir del 5º o 6º día después de la transferencia, y luego a intervalos regulares hasta la 10ª semana.

Dónde realizar una ecografía en una etapa temprana

La clínica de medicina reproductiva « Natuvitro » ofrece una gama completa de servicios profesionales a las parejas que consideran tener un hijo o que ya están esperando uno. Allí puede realizarse una ecografía temprana, beneficiarse de un programa de seguimiento del embarazo, obtener apoyo para planificar la concepción y seguir un tratamiento de FIV.

Un equipo moderno, un enfoque personalizado y la experiencia de nuestros especialistas hacen de « Natuvitro » un socio confiable en el camino hacia la paternidad. Cada pareja recibe un acompañamiento atento, basado en los últimos avances de la medicina reproductiva.